VENTAJAS GANADORAS INJUSTAS
La razón por la que no solemos terminar metas grandes es porque se sienten abrumadoras al principio. Sin dividirlas en pasos pequeños, no vemos avances y perdemos motivación. Además, el miedo al fracaso o la falta de un plan claro nos lleva a abandonar. Para solucionarlo, divide la meta en hitos manejables, pon plazos realistas y revisa tu progreso con regularidad. Así tendrás claridad y un camino claro hacia la meta.